Los viajes es
una de las actividades más placenteras y que a más
gente agrada de muchas que pueden realizarse. Cada vez
más jóvenes se deciden a viajar y cuentan para ello con
ayudas de las diferentes administraciones a través de su
departamento joven. Tarjeta joven, billetes de tren con
importantes descuentos (el inter-rail te permitirá
recorrer Europa y Marruecos por un precio adecuado),
ayudas para intercambios o residencias estudiantiles,
albergues y campings constituyen la preocupación y la
ocupacioón de millares de jóvenes cada año. El verano
es la época más adecuada para los viajes de la gente
joven, quedando el otoño e invierno reservados casi
exclusivamente para la tercera edad.
Aunque a la mayoría de los jóvenes les atrae salir
sin programa y a la aventura, para que un viaje de el
fruto que esperamos y no nos proporcione alguna que otra
situación desagradable que nos deje un mal sabor de
boca, es conveniente contar con un mínimo de previsión.
En primer lugar si el viaje va a atravesar nuestras
fronteras nacionales es preciso saber todo lo que tienes
que preparar y llevar en el momento de llegar al punto
fronterizo. Si es a un país de la unión europea,
bastará con el D.N.I., que tiene rango de documento
comunitario. Sin embargo para llegar a paises no
comunitarios necesitarás el pasaporte. Si el viaje se
extiende hasta lugares exóticos, además se van a
necesitar un visado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Más de 80 paises lo necesitan.
Para estar tranquilo en todos los sentidos, incluso en
el sanitario no olvides de solicitar en la oficina de la
Seguridad Social el formulario E-111. No sabes lo caro
que te puede salir un esguince en Francia o Alemania si
tienes que abonarlo de tu propio bolsillo. Otros países
que tienen convenios aunque no sean de la Unión Europea
también te exigirán formularios específicos.
Solicítalos.
En segundo lugar, es recomendable no salir sin haber
buscado antes alojamiento. Puedes optar por el camping
que además de contar con el placer de la libertad de
movimientos y el poder estar a tu aire, es bastante más
económico que otros tipos de alojamiento. Si prefieres
algo más de comodidad, el albergue te resultará más
idóneo. El inconveniente es que existen plazas limitadas
y suelen estar ocupados gran parte del año. Hazte el
carnet de alberguista por si te es útil en alguna
ocasión. Si tienes algo más de dinero y ganas de vivir
la naturaleza, utiliza la red de casas rurales, cada vez
más en auge.
Hay una posibilidad muy atractiva, combinar el viaje y
el estudio. Para aprender o practicar algún idioma
extranjero y al tiempo conocer gente de otros países y
culturas puedes contactar con los muchos servicios y
ofertas de las universidades y administraciones
educativas. La residencia universitaria es un buen
alojamiento y económico. Vivir con familias también se
ha convertido en una opción muy recurrida a la hora de
viajar al extranjero para asistir a clases o practicar.
Por último, el intercambio entre estudiantes es una
opción más que suelen organizar los servicios
universitarios. Academias y agencias también se dedican
a preparar con garantías estos intercambios.
Ya sabes, viajar siempre es interesante. Prepara lo
necesario y espera al buen tiempo.
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