Diseminados
por todo el mundo, los gitanos han soportado a lo largo
de su historia el rechazo de algunas sociedades y la
integración forzosa en otras sin renunciar a sus
antiguas costumbres. En la actualidad forman un pueblo
heterogéneo que mantiene en común el orgullo de su
identidad y de las raíces de su cultura, transmitida de
forma oral de unas generaciones a otras.
La familia- entendida en sentido amplio en la que se
incluye, además de los numerosos hijos, a los abuelos,
tíos, primos, etc- es la institución suprema de la
sociedad gitana y la primera "escuela" de los
niños. Los niños, y sobre todo los ancianos gozan de un
respeto y una consideración máxima dentro de ella. Las
decisiones de los más mayores con respecto a la
"ley gitana" son de cumplimiento obligado.
Las comunidades gitanas se rigen por dos principios
fundamentales: la solidaridad hacia los demás gitanos, y
la hospitalidad como obligación que debe cumplirse con
agrado y la máxima atención. Con todo, sus valores
fundamentales son la defensa a ultranza de su libertad,
que ha marcado parte de su historia como pueblo, y el
sentido del honor, entendido como el cumplimiento de la
palabra dada y la fidelidad a la ley gitana.
A todo esto habría que añadir como otro rasgo de su
identidad, su gran capacidad para la creación
artística, especialmente musical, que ha enriquecido la
cultura de los países en que viven, desde la tradicional
música húngara de violín, al flamenco español.
Los gitanos en España han conocido a lo largo de la
historia distintas fases de aceptación y rechazo,
motivado éste en buena parte por su forma de vida
diferente en muchos aspectos a la del resto de los
españoles. En la actualidad parece superados los tiempos
en que la palabra "gitano" era empleada en
sentido despectivo, como sinónimo de
"maleante", pero perviven aún ciertos
prejuicios hacia ellos. La escolarización del pueblo
gitano ha aumentado mucho en los últimos años, y se
empiezan a cambiar ciertos aspectos de su vida, como el
nomadismo. Actualmente viven muchas más familias gitanas
integradas en núcleos urbanos y rurales de nuestra
geografía de una forma estable y permanente.
No podemos decir sin embargo que no surjan ciertos
problemas de convivencia. Muchos de ellos todavía
habitan en chabolas de los extrarradios de las grandes
ciudades. Por otro lado, cada vez hay más universitarios
entre la población gitana y ejercen profesiones nada
habituales en el pasado, como médicos o políticos,
pasando por artistas.
El romanó, la lengua de los gitanos es muy antigua,
si bien se ha ido perdiendo en gran medida en nuestro
país.. Está emparentada con la lengua del norte de la
India. Dispone de una gramática propia pero cada pueblo
gitano la utiliza de una forma diferente.
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