LAS ZONAS
NATURALES DE NUESTRA COMUNIDAD
Campos de
Hellín. En el Sureste de
Albacete y en el entorno de Hellín se
encuentra esta pequeña unidad natural
con una superficie de sólo 1,9% de la
Comunidad,que se distingue de las
unidades limítrofes por la peculiaridad
de poseer un clima claramente árido. La
lluvia no sólo es escasa, sino que
cuando se presenta lo hace de forma
torrencial, provocando fenómenos
erosivos especialmente importantes.
Esta aridez
condiciona fuertemente su vegetación y
su fauna. Así apenas aparecen
formaciones arbóreas, que se limitan a
un reducido número de pinares de pino
carrasco. Los matorrales, sin embargo
ocupan la mayor parte del terreno
forestal, destacando los coscojares, los
espartizales, y otros tipos adaptados a
fuertes sequías y suelos yesosos o
incluso salinos. La fauna está compuesta
por alondras, ortegas, alcaravanes,
cogujadas, collalbas, tarabillas, etc
Sierras de
Alcaraz y Segura. Al sur de
Albacete y como prolongación del Macizo
de Cazorla se extienden las Sierras de
Alcaraz y Segura, representando el 5,1%
de la superficie regional. Con un relieve
montañoso y en muchas ocasiones abrupto,
caracterizan su relieve los pprofundos
valles de ríos como el Mundo, Segura y
Tus, y las cumbres aplanadas del macizo,
conocidas por el nombre de
"calares". Siendo la piedra
caliza, son frecuentes los farallones
verticales de las hoces. La flora
presenta un gran número de especies
endémicas, que sólo se pueden encontrar
aquí. Ello otorga a Alcaraz y Segura un
excepcional valor botánico. Los bosques
más extensos son pinares de pino rodero,
carrasco y laricio.En las cotas más
bajas se sustituyen por encinares Matas
espinosas forman los matorrales de los
calares. La fauna es la propia de
hábitats forestales y rocosos,
destacando la presencia de cabra montés.
La ratilla de Cabrera es un roedor
endémico de la zona, así como la
lagartija de Valverde. Las águilas
reales y perdicera, el búho real, el
halcón y la chova petirroja completan la
fauna del lugar.
Sierras
Morena, Madrona y Montes del Sur.
Esta unidad natural engloba las sierras
Morena y Madrona, que limitan por el sur
Castilla-La Mancha con Andalucía, así
como el Valle de Alcudia y la comarca
conocida como Montes Sur al oeste de
Ciudad Real. Supone el 6,7 % de la
superficie regional. Está asentada sobre
terrenos de la época primaria en que
dominan pizarras, esquistos y cuarcitas.
Las sierras están en
su mayoría pobladas por matorral
mediterráneo de tipo "mancha",
con madroños, labiérnagos, cornicabras,
durillos, jaras, brezos y otras especies
arbustivas. En las zonas mejor
conservadas aparecen bosquetes de
alcornoque y encina.. La fauna es rica en
especies amenazadas a nivel nacional.
Así, constituyen el último refugio en
Castilla-La Mancha para el lobo ibérico
y son frecuentadas por el lince. El
águila imperial y la cigüeña negra
encuentran refugio para nidificar en las
laderas boscosas más tranquilas.
Montes de
Toledo y La Jara. Son un sistema
montañoso situado en el interior de la
Comunidad, entre las provincias de Toledo
y Ciudad Real. Su superficie representa
el 9,8 % de la extensión de Castilla La
Mancha. Se trata de macizos y
alineaciones montañosas paralelas de
cuarcita y pizarra, separados por amplios
valles de tierras rojizas. En las laderas
de cuarcita, roca extraordinariamente
dura de la era primaria, es frecuente la
presencia de "pedrizas"
formadas por bloques desprendidos por la
acción secular del hielo. La vegetación
es similar a la de Sierra Morena, con
amplias extensiones de mancha y jaral, y
bosques de encina, quejigo, alcornoque y
rebollo. En las umbrías más elevadas y
húmedas se encuentran bosquetes de
acebo, abedul y tejo. La fauna destaca
por especies amenazadas a nivel mundial,
como el lince ibérico, águila imperial,
cigüeña negra y buitre negro. Hay
también abundantes ciervos, jabalíes y
corzas.
Sierra de San
Vicente y Depresiones del Tajo y Tiétar.
El sector noroccidental de la provincia
de Toledo contiene la Sierra de San
Vicente, una de las estribaciones
laterales de Gredos, al que a su pie se
extiende la llanura del Tajo y el
Tiétar. Representa tan sólo el 3,4 % de
la superficie regional.. La Sierra de San
Vicente es un bloque granítico elevado
por encima de las llanuras, y en la que
se puede apreciar el relieve
característico de este tipo de roca: los
berrocales, compuestos por bloques
redondeados colocados unos encima de
otros, y los lanchares, superficies
descarnadas de granito que presentan un
aspecto similar a las capas de una
cebolla. La flora está formada por
bosques de rebollo y castaño, encinares
y enebrales. Las llanuras están ocupadas
por extensas dehesas y pastizales. La
fauna de estos montes y llanuras es
similar a la de los Montes de Toledo,
destacando especies asociadas a la dehesa
y los grandes pastizales, como la grulla
común, la garcilla bueyera, la cigüeña
común y el rabilargo.
Mancha y
llanuras interiores. El 45,7%
del territorio regional está incluido en
esta extensa unidad natural, englobando
los Campos de Almansa, los Llanos de
Albacete, La Mancha y Manchuela, el Campo
de Montiel y Calatrava y la
Sagra-Torrijos. Se trata de una amplia
llanura con escasos accidentes
topográficos, derivada de la existencia
de una amplia cuenca sedimentaria en la
era terciaria que recibía los aportes
procedentes de la erosión de los
sistemas montañosos que rodean la
Región. Como rasgos singulares, cabe
destacar la presencia de algunos cerros y
pequeñas sierras interiores de escasa
altura junto con zonas húmedas. La
vegetación natural se encuentra reducida
a pequeños enclaves como consecuencia de
la actividad humana a lo largo de los
siglos desde la época de la Reconquista.
Los bosques autóctonos son
fundamentalmente encinares, aunque en la
Manchuela aparecen numerosos pinares de
piñonero y en Montiel sabinares. Son
también importantes los bosques galería
de álamo blanco y taray. Dos tipos de
fauna destacan en esta unidad natural. De
un lado la fauna esteparia, con aves como
la avutarda, sisón, alcaraván, ganga,
ortega, aguiluchos, cernícalo primilla y
aláudidos. De otro lado cabe destacar la
avifauna ligada a humedales manchegos
cuya extraordinaria biodiversidad los han
convertido en centro de atracción para
ornitólogos de todo el mundo. El pato
colorado, la avoceta, cigüeñela, pagaza
piconegra y zampullín cuellinegro son
algunas de las especies más
representativas.
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